La implantación del nuevo Reglamento Europeo (RGPD – Reglamento General de Protección de Datos) pretende reforzar la seguridad jurídica y aumentar la garantía de los derechos de los ciudadanos.
En muchas ocasiones la implantación de una nueva normativa preocupa por la carga de trabajo que puede implicar a las entidades. En el caso de la entrada en vigor del RGPD, en muchas de las empresas, principalmente pymes, no va a suponer una mayor carga, ya que en ocasiones solo cambia forma actual de gestionar los datos.
Algunas de las medidas que introduce el nuevo Reglamento reemplazan las ya existentes o son la continuación de medidas ya establecidas en la Ley actual. Otras, establecen la formalización en medidas legales, prácticas ya muy extendidas en las empresas para el correcto tratamiento de los datos.
Cabe remarcar, que la carga de obligaciones dependerá de factores como: El tipo de datos que tratan, por ejemplo, datos sensibles o de la cantidad de tratamientos que desarrollen y que afecten a gran cantidad de interesados, en difinitiva que hagan el tratamiento de datos más complejo.
Por este motivo es muy importante que todas las organizaciones que traten datos personales realicen un análisis de riesgos para poder determinar las medidas a aplicar y realizar un planning de acción para cumplir la ley antes de mayo de 2018.