En las redes sociales inmortalizamos nuestras experiencias de la vida real, fotografías, videos, comentarios, chats, que quedarán ahí cuando ya no estemos y no tendremos manera de controlarlos. A demás de ser una situación incómoda, es una situación delicada en lo que respecta a la protección de datos. El sujeto fallecido deja de tener el derecho a que sus datos personales sean protegidos y estos siguen en manos de grandes compañías.
Para que la privacidad de estos usuarios no quede en el limbo hay un supuesto excepcional para que los herederos del difunto u otras personas allegadas puedan solicitar la cancelación de los datos.
Actualmente, la mayoría de redes sociales disponen de formularios digitales para cerrar los perfiles abiertos del fallecido.
Dentro de la plataforma de LinkedIn, en el apartado Ayuda hay la opción “Fallecimiento de un miembro de LinkedIn: Eliminación de su perfil”. Des de esta opción se puede solicitar el cierre del perfil del usuario fallecido. LinkedIn solicita para la retirada del perfil la siguiente información: La URL del perfil, nuestra relación con él, lo dirección de correo electrónico del fallecido, su fecha de nacimiento, el nombre de la última empresa donde trabajo y un enlace obituario o esquela.
Google ofrece la posibilidad de configurar las cuentas inactivas, pudiendo elegir a quién dar acceso en caso de muerte, durante cuánto tiempo permanecerán activas aunque no tengan movimiento, entre otros cosas. En el caso de no estar configurado el “Administrador de cuentas inactivas” puede “Hacer una solicitud relacionada con la cuenta de una persona fallecida” rellenando el formulario que facilita Google para solicitar el cierre de un perfil. Es importante aclarar que estos mecanismos solo son operativos para los servicios de Google en los que el usuario esté dado de alta como Gmail, Google+, Youtube, etc. Y no tiene nada que ver con el contenido que puede aparecer en el buscador.
Facebook ofrece dos posibilidades en el caso del fallecimiento de un usuario:
1) Conversión de la cuenta conmemorativa. Las cuentas conmemorativas proporcionan un lugar para que amigos y familiares compartan recuerdos del falleció. Convertir una cuenta en conmemorativa ayuda a protegerla, ya que nadie puede iniciar sesión en ella. Para convertir la cuenta en conmemorativa se tiene que enviar una solicitud.
2) Eliminación de la cuenta rellenando la “Solicitud especial para la cuenta de una persona fallecida” donde hay que facilitar el nombre del solicitante, el del difunto, el correo electrónico que empleaba para entrar en su cuenta y la dirección URL de su perfil. Además de facilitar la documentación requerida como: una copia escaneada del acta de defunción o proporcionar una prueba de autoridad legal y un comprobante de que la persona falleció.
En el caso de Instagram ofrece las mismas posibilidades que Facebook. Conversión de la cuenta en conmemorativa o la eliminación de la cuenta mediante una solicitud.
Twitter tiene una peculiaridad, si detecta que una cuenta de un usuario lleva más de 6 meses inactiva se cierra automáticamente. Pero si un familiar o amigo quiere cerrar la cuenta antes de que transcurra ese tiempo, se puede solicitar la desactivación a través de un procedimiento similar al de Facebook y Instagram.
Actualmente, si quiere evitar a familiares y amigos este trámite desagradable y complejo, ya existen empresas especializadas que llevan a cabo todo el trabajo y saben perfectamente qué y a donde enviar.
Como se puede ver no existe una guía perfecta, cada red social tiene sus características y funcionamientos.