Esta pregunta es la primera que respondemos cuando intentamos implantar la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) en cualquier negocio, asociación o autónomo.
Parece sencilla la respuesta: “es una obligación legal” y “sancionable si no se cumple”.
¿Valoramos adecuadamente nuestros datos?
- Incremento en la seguridad de los sistemas de trabajo.
Mediante las auditorias de control, que se realizan en la fase inicial y final de las adaptaciones, podrá conocer el grado de seguridad y eficiencia que poseen sus sistemas de seguridad, así como todas aquellas posibles vulnerabilidades que pueden permitir la perdida y/o violación de datos o la no optimización del rendimiento de los sistemas de información. - Sensibilización de los empleados y de su responsabilidad respecto a los datos tratados. Establecimiento de unas pautas de trabajo y compromisos documentados respecto al correcto tratamiento de información, evitando la fuga o difusión de la misma por parte de los empleadors.
- La imagen frente a terceros. Demostrar que nos interesamos por salvaguardar la privacidad de nuestros clientes, usuarios o proveedores, aumenta el grado de confianza y de satisfacción de los mismos.
- El ahorro de costes. Una buena implantación de la LOPD, o mejor dicho un correcto planteamiento en el sistema de información de nuestra organización, puede suponer un ahorros de costes muy importantes, como pueden ser:
- Reducción de los tiempos de localización de la información.
- Reducción de las pérdidas de datos (implantación de sistemas de copias de seguridad automatizadas).
- Acciones comerciales, sin errores y dirigidas a públicos objetivos.
- Evitar sanciones administrativas y económicas.